¿Tu bebé se despierta con los ojos llenos de legañas y no sabes que hacer? ¿Cómo podemos limpiar los ojos del bebé de forma segura?

¿Por qué los bebés tienen tantas legañas?

Principalmente por dos motivos:

1. Mucha más mucosidad que los adultos

Los bebés y niños pequeños no están inmunizados frente a toda la cantidad de virus que hay en el ambiente y su cuerpo, que es muy sabio, se encarga de producir una gran cantidad de moco para protegerse de la entrada de todos esos virus.

Es por esto que es tan común ver a un bebé o a un niño siempre con mocos aunque «no esté malo» o «no esté acatarrado».

2. Conducto lagrimal estrecho e inmaduro

Los bebés tienen el conducto nasolagrimal mucho más inmaduro y estrecho que los adultos, esto provoca que en muchas ocasiones las lágrimas no se puedan drenar bien y el ojo se llene de esa sustancia mucosa amarillenta o verdosa que conocemos como legañas.

¿Qué es la estenosis del conducto lagrimal?

Un 20 % de los bebés, los primeros meses de vida, pueden tener un estrechamiento aún mayor del lagrimal o lagrimales que se conoce en pediatría como estenosis de los lagrimales y que provoca una obstrucción total o parcial de los pequeños conductos que conectan el borde de los párpados interiores con la nariz.

Este problema, es lo que explicaba al principio y se debe a la inmadurez del sistema nasolagrimal, cuyo canal es un poco estrecho, y en el 90% de los casos se soluciona espontáneamente antes de los 8 o 10 meses de vida.

Los síntomas de que el conducto está obstruido son: lagrimeo constante, inflamación del párpado inferior, legañas enormes. En los casos más serios también podemos ver una secreción amarillenta o verdosa, que puede ser un foco de infección.

Para evitar complicaciones es imprescindible que limpiemos bien los ojitos del bebé quitando las legañas todas las veces que sea necesario, aunque normalmente con dos veces al día será suficiente para prevenir cualquier infección.

¿Cómo debemos limpiar los ojos del bebé?

1. Prepara lo que vas a necesitar:

• Un paquete de gasas estériles o asépticas.
• Botecitos monodosis de suero fisiológico.

2. Coloca al bebé boca arriba

3. Gira la cara del bebé ligeramente hacia un lado y echa un poco de suero fisiológico en el ojo de forma que gotee hacia fuera del ojo (hacia el carrillo o moflete) o bien puedes humedecer la gasa directamente con el suero.

4. Coge la gasa, la doblas y cogiendo una esquina limpias el ojo del bebé siempre desde el lagrimal hacia fuera, desde la nariz hacia la oreja.

5. Cambia de gasa y repite lo mismo con el otro ojo

Recuerda que siempre es necesario cambiar de gasa ya que en caso de infección por algún tipo de virus o bacteria, si usamos la misma gasa entonces trasladamos la infección al otro ojo.

 6. Puedes dar un masaje en el lagrimal

Además de limpiarle los ojos, otra cosa que puedes hacer a diario, si tu bebé tiene el lagrimal obstruido, es hacerle un masaje el ángulo interno del ojo.

Para ello debes ejercer cierta presión con tu dedo en el puente donde se une el lagrimal con la nariz y presionar suavemente hacia abajo.

Con tu ayuda y su desarrollo, estos conductos dejarán de ser tan estrechos y el bebé cada vez tendrá menos legañas.

LO QUE NUNCA DEBERÍAMOS HACER

Nunca…

• Uses jabón, toallitas del culete o algodón para limpiar los ojos del bebé.
• Utilices la misma gasa para ambos ojos.
• Intentes abrir los ojos del bebé con las legañas secas.
• Intentes limpiar las legañas sin mojarlas primero con el suero o usando una gasa seca.
• Eches tratamientos al bebé que no hayan sido pautados por tu pediatra o profesional médico de referencia.