¿Se debe o no se debe cortar las uñas del bebé recién nacido? ¿Limar o mejor cortar? ¿Cuándo y cómo es mejor cortar las uñas del bebé?
Las uñas del bebé es un tema que nos preocupa un montón las primeras semanas de vida ya que hay un montón de dudas al respecto.
¿Cortar o limar? ¿Pongo manoplas para que no se arañe? ¿Por qué hay uñas que están rotas o con picos?…
Las uñas del bebé recién nacido
Lo primero que debéis saber es que las uñas de los bebés son frágiles y quebradizas, con tendencia a romperse de forma irregular.
En segundo lugar, otra cosa importante es tener en cuenta que están muy pegadas a la piel, por lo que es fácil lesionar la piel al cortarlas.
Y también hay que saber que aunque os empeñéis en igualar sus bordes, es muy probable que se sigan rompiendo y siga apareciendo algún que otro arañazo.
Pero, tranquilidad, generalmente son arañazos sin importancia, se curan espontáneamente al aire y el único cuidado que requieren es mantener las heriditas limpias.
¿Y cuándo dejan de ser las uñas tan blanditas?
Hasta aproximadamente la tercera semana de vida o el primer mes las uñas siguen siendo así de blanditas y quebradizas y a partir del mes suelen empezar a ser más resistentes.
Aquí llega la primera duda:
¿Le pongo manoplas para que no se arañe?
No, no y no.
NUNCA se debe poner manoplas a los bebés.
En este artículo expliqué porque no está recomendado poner manoplas a los bebés.
Al nacer, el recién nacido dispone de unos cincuenta receptores del tacto por centímetro cuadrado de piel, lo que hace unos cinco millones de receptores del tacto en total.
Y la mayoría de esos receptores se localizan alrededor de la boca del bebé y en sus manos.
Además, como ya vimos, sus manos y ese gesto tan común para un bebé como es llevarse las manos a la boca y chuparse el puño le permite conectar los receptores táctiles de la mano con los del perímetro bucal y le sirve para calmarse y autorregularse.
¿Y qué puedo hacer entonces con las uñas del bebé?
1. El primer mes o 3 primeras semanas limarlas
Puedes usar una lima suave, incluso como estas limas que tienen varias caras de distinta suavidad.
Lima sobretodo las esquinas y los piquitos que se forman en sus uñas y no te preocupes si en algún momento se hace algún pequeño arañazo.ç
Después de limar puedes pasar una gasita para quitar los trocitos de uñas o de pieles y evitar que el bebé se lo lleve a la boca.
2. A partir del primer mes ya puedes cortar
- Usa siempre unas tijeras de punta roma o punta redonda.
- Aprovecha los momentos en los que el bebé está dormido o más tranquilo, por ejemplo mamando y evita siempre pegarte mucho a su piel.
- Recuerda que el corte nunca debe apurarse (la uña debe quedar un poco por encima del borde de la piel), no debéis seguir la línea redondeada del dedo (dejad las esquinas cuadradas).
- Es conveniente pulir después el borde de la uña suavemente con la lima.
- Al cortarlas de esa forma vamos a evitar que aparezcan uñas encarnadas, porque la zona de unión de la uña y la piel es muy fina y sensible en los bebés, puede erosionarse con facilidad y favorecer que al crecer se hundan en la carne.
¿Y las uñas de los pies?
Por supuesto, debéis hacerlo igual con las uñas de los pies, aunque estás crecen más despacio que las de las manos.
¿Y si cortamos al bebé?
Para evitar accidentes intenta siempre elegir momentos en los que tanto tú como el bebé os encontréis más relajados.
Por ejemplo, después del baño o, incluso cuando el bebé está dormido o está mamando.
Pero evita siempre hacerlo a la fuerza.
Si el bebé se pone muy nervioso o llora será mejor buscar ayuda o intentarlo en otro momento.
En el caso de que sin querer hagamos algún pequeño corte en la piel, bastará con presionar con una gasa sobre la heridita, hasta que deje de sangrar, y después mantenerla limpia y seca.
No conviene ponerle una tirita, para evitar el riesgo de asfixia.
