Los bebés no son malos ni buenos, simplemente son

¿Puede un bebé ser más bueno que otro? ¿Un bebé que duerme más tiempo es más bueno? ¿Por qué un bebé que llora no es malo?

Seguramente a todos vosotros os suenen cosas del estilo: “es un niño muy bueno”, “mi hija, a veces, es un poco mala”, “el hijo de mi vecino, que acaba de nacer, es muy malo, llora mucho”, “la hija de mi compañero de trabajo es buenísima desde que nació”; y un sinfín de dichos y frases parecidas.

Es tan frecuente que nos pregunten si nuestros hijos o los hijos de alguien son buenos o malos que a muy pocas personas les asombra escuchar esta pregunta.

Es más, a veces, estando en la consulta en la sala de espera, me parece que se forma un concurso para discernir quién de todos los niños que hay allí en ese momento es el más bueno.

Pero, exactamente…

¿Qué requisitos debe cumplir un bebé para ser bueno o malo?

¿Acaso hay un libro que recoja ciertos ítems a cumplir por un bebé, desde que nace, para poder ser llamado “bueno”?

Yo, sinceramente, no lo puedo entender.

Los bebés no son malos, ni buenos

Cada bebé es un mundo, cada niño es único y cada familia ni te cuento.

Por no hablar de la nacionalidad, la ciudad, la religión, la cultura, las costumbres y todo lo que forma y crea lo que cada uno entendemos como bueno o malo.

¿Cómo «tienen que ser» los bebés en otras culturas?

Ulithi (Micronesia)

En Ulithi (Micronesia), nunca se debe dejar a los bebés y niños solos, permanecen todo el tiempo en brazos de adultos, duermen siempre con uno de sus padres y se considera algo grave que el bebé no llore cuando es separado de los adultos o que quiera irse a dormir sólo.

Inuit

Para los esquimales de Inuit, los bebés y niños no deben de tener ningún horario de comida o de sueño.

Lo pueden hacer siempre a demanda, eso sí, deben saber desenvolverse en una amplia variedad de tareas familiares, desde que van teniendo capacidades.

Para ellos, es inadmisible que un niño de 3 años, por ejemplo, no participe en numerosas tareas familiares.

Guadalcanal (Islas Salomón)

En Guadalcanal (Islas Salomón), los niños tienen como norma básica compartir siempre la comida si comen delante de otros niños, y si no lo hacen son considerados niños bastante “malos”.

Esto es sólo un ejemplo, extremo, de cómo varía lo que es ser un niño “bueno o malo” a lo largo del mundo.

Pero ni siquiera nos hace falta irnos lejos para ver, que solamente en España, cada familia ya le da un significado completamente distinto.

¿Y si no ponemos etiquetas?

Yo simplemente creo que lo mejor es no etiquetar, que los bebés y los niños no son buenos ni malos, sólo son y ya está.

Nacen, siguen sus instintos, van creciendo, aprendiendo y amoldándose. Unos de una forma, otros de otra, unos más inquietos, otros más tranquilos, no sé, supongo que como los adultos, cada uno es distinto.

Dejemos de ponerles nombres y adjetivos y de compararles con el resto de bebés y niños.

Yo propongo a todo el mundo siempre que observe, que escuche, que mire, que acepte a ese niño cómo es y que antes de preguntar a alguien o preguntarse si es bueno o malo, lo sustituya por:

¿Es feliz?

¿Sonríe?

¿Juega?

¿Está sano?

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Sobre mí

Mi nombre es Irene. Soy Enfermera de Pediatría, Especialista en Lactancia Materna, formada en Acompañamiento en la Maternidad y Asesora de BLW y Crianza.

Para mí, la enfermería pediátrica no tiene sentido si no es cuidando y acompañando tanto al bebé como a sus papás. 

Estoy a tu lado, escuchando tus miedos, dificultades y deseos, validando y dando espacio. Te acompaño, para que tu familia no solo esté bien en el plano de la salud física, sino también emocional y mental. 

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